Generalmente se habla mucho de lo importante y necesario que es saber perdonar a los demás cuando hacen algo que te molesta u ofende. Pero no siempre son los demás a quienes se debe perdonar; a veces eres tú quien hace o dice algo que hace sentir mal a otro, y entonces eres tú a quien le corresponde disculparse y recibir ese perdón.
Pedir perdón puede ser algo complicado, incómodo y estresante, pero cuando te decides a hacerlo y lo haces de forma sincera, al final resulta ser algo liberador. Las siguientes recomendaciones te pueden ayudar a dar el paso de manera más fácil.
¿Cómo disculparte?
De acuerdo con los expertos, para que una disculpa sea eficaz debe seguir los siguientes pasos básicos:
Reconocer tu responsabilidad en el error que hayas cometido.
Explicar las causas y situaciones que te llevaron a cometer dicho error.
Expresar tu inquietud y arrepentimiento por haber hecho sentir mal a la otra persona.
Ofrecer las disculpas correspondientes, de la forma más sincera posible.
Hacer el intento de reparar la situación para que la relación con esa persona pueda continuar.
Busca el momento oportuno
A veces es necesario disculparse de inmediato, pero en ocasiones, cuando tanto tú como la otra persona están alterados, lo mejor es esperar, ya que las emociones desbordadas podrían dificultar la comunicación y la mutua comprensión.
Pero más allá del tiempo, lo más importante que debes tener en cuenta es que el mejor momento para ofrecer disculpas es cuando te sientas realmente preparado para hacerlo sinceramente y de corazón.
Elige bien tus palabras
Evita inventar excusas. Aunque admitir un error es doloroso, es importante que hagas frente a tu responsabilidad y asumas las consecuencias de tus actos o palabras.
No menosprecies los sentimientos de la otra persona ni trates de hacerle sentir que está equivocada por sentirse disgustada, porque esto le resta credibilidad y valor a tu disculpa.
Una disculpa siempre debe asumir la responsabilidad del agravio, así que no debes culpar a la otra persona al decir cosas como que fue ella quien inició o propició el conflicto. Habla sólo por tus actos y por aquello en lo que te comportaste mal.
Evita ofrecer una "no disculpa". Por ejemplo, al decir algo como "Lamento mucho que mi broma te haya ofendido", aparentemente es una disculpa, pero en el fondo pone la carga de la responsabilidad en la otra persona, al adjudicarle un rasgo negativo de susceptibilidad.
Elige el medio más adecuado
La mejor forma de pedir perdón es en persona, en una charla cara a cara, pues las expresiones faciales, el lenguaje corporal y el tono de voz son canales esenciales para transmitir el grado de sinceridad de quien expresa su arrepentimiento.
Una llamada telefónica es la segunda mejor opción, ya que la voz transmite las emociones. Lo que debes evitar son las disculpas por correo electrónico o por mensajes de texto, ya que ambos medios están desprovistos del componente emocional (por mucho que uses emojis).
Además, los destinatarios pueden enviar tus disculpas escritas a otras personas con el fin de causarte algún daño para tomar venganza, pues el hecho de ser una víctima no convierte automáticamente en buena a una persona. Por lo tanto, debes tener cuidado y hacerlo por otros medios más adecuados para todos.
Si además tienes dudas de cómo hablar de este tema en familia no dudes en contactarme:
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