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  • Foto del escritorAdriana González Piña

Dependo demasiado de mi pareja en lo emocional: ¿qué hacer?

Actualizado: 14 feb 2020

Hay quienes se ven esclavizados por sus relaciones de pareja. ¿Cómo salir de ese estancamiento?



Para muchos, el amor es un misterio. Algunos lo consideran un sentimiento que mueve al mundo, mientras que para otros es un principio interminable. Desde niños, los cuentos de princesas nos enseñan que el amor es el deseo más grande de toda mujer, porque sólo así vivirán felices por siempre.


Lo cierto es que detrás de esa variedad de significados que le damos al amor, existen ideas equivocadas acerca del mismo; lo que lleva a las personas a desarrollar lo que se conoce popularmente como relaciones tóxicas.


En la actualidad, la dependencia emocional afecta a un tercio de las parejas en México, de acuerdo a la doctora Noemí Díaz, dirigente de los servicios psicológicos de la Facultad de Psicología de la UNAM; por lo que este padecimiento se produce tanto en mujeres como en hombres. Por ello, es frecuente que a muchas personas les venga a la mente una preocupación recurrente: "en lo emocional, dependo de mi pareja en exceso".


La dependencia en las relaciones de pareja


La palabra dependiente quiere decir que cuelga (pendiente), como una especie de adorno. Por otro lado, cuando decimos que tenemos algo pendiente, implica que hay algo que está incompleto o inconcluso, lo cual significa que una persona con dependencia emocional es aquella que cuelga de otro y que está emocionalmente incompleta.


En la dependencia emocional de pareja, también conocida como codependencia, la persona depende tanto de su pareja que percibe la relación como la única vía de seguridad personal. En este tipo de relación uno suele ser el “fuerte” y otro el “débil”. Este último tiende a manipular la relación a través de su necesidad por su pareja. Mientras que el fuerte, su necesidad es ser imprescindible, según señala Melgosa (2008).

La persona que manifiesta la necesidad por el otro es portadora de una personalidad proclive a las adicciones, por lo que su pareja representa la “droga”; incluso la ausencia de ésta puede provocar una crisis de abstinencia, de manera que existe el miedo al abandono.


Con tal de evitar la separación se perdona y tolera todo, a pesar de que la persona no esté a gusto con la relación por tener constantes discusiones, ser víctima de maltrato, etc. Por si fuera poco, ésta ya no considera sus propias necesidades porque busca satisfacer las de su pareja; su intención es que su pareja la necesite, que dependa de ella, porque es lo más parecido al cariño.


Existen ocasiones en las que los intentos por ser necesitada no funcionan, por lo que el siguiente paso suele ser provocar lástima. La persona usa frases como: “Yo tanto que te quiero y tú que no me quieres”, “después de todo lo que he hecho por ti, y mira cómo me respondes”, etc. Lo que también se conoce como chantaje emocional.


En la medida que la persona se mantenga atrapada en este tipo de relación codependiente, irá perdiendo su identidad, ya que su conducta refleja las ideas: “sin ti no soy nada”, “no puedo vivir sin ti”, “ni contigo ni sin ti”, etc. Por eso, Bucay (2010) refiere que en una relación codependiente no existe el amor, existe la necesidad, la dependencia, y eso no es amor.


Cómo se origina el problema


Tal como se mencionó anteriormente, la dependencia emocional involucra estar emocionalmente incompleto o inconcluso. Esto se debe a una carencia emocional o falta de cariño en la niñez por parte de las personas más significativas: papás, hermanos, tíos, abuelos, o la persona más cercana para el niño.


Lo anterior suele presentarse en familias donde uno o ambos padres trabajaban mucho y se mostraron distantes aun estando en casa; hogares donde ya sea el padre, la madre o el tutor cree que cumple con su labor al llenar al niño de juguetes. Incluso sucede también desde el otro extremo, con padres o tutores sobreprotectores, donde hay exceso de atención o protección pero pocas expresiones de afecto.


Sin embargo la falta de cariño también puede originarse por muerte de alguna o ambas personas significativas, divorcio, o haber sido víctima de violencia doméstica. La clave está en que en la vida del niño pocas veces hubo abrazos, besos, expresiones de cariño, si no es que nunca hubo. Todo esto genera inseguridad y baja autoestima.


De tal forma que al crecer, la persona entra en constante búsqueda de aprobación social, intentado siempre complacer a los demás para evitar el rechazo aún a expensas de su propia dignidad. Quizás de niño aprendió que para ser amado hay que cumplir con las expectativas de las demás personas, así como en su momento procuró llenar las expectativas de aquellas personas significativas.


Finalmente, en el momento de elegir pareja inconscientemente sigue un mismo patrón, como si las escogiera a propósito, lo cual significa que la persona con dependencia emocional se siente atraída generalmente por aquellas con personalidad narcisista que en la relación de pareja desempeñan un rol dominante; mientras que la otra persona adopta la postura sumisa buscando agradar para recibir amor. De esa forma se complementan produciendo una relación tóxica o codependiente.


Dependo de mi pareja: ¿qué hacer para solucionarlo?


Si te encuentras atrapado/a en una relación codependiente y realmente quieres salir, a continuación te ofrezco una serie de estrategias de rescate:


1. Busca ayuda profesional


El primer paso es estar consciente de que tienes un problema. Quizás hasta ahora tus relaciones de pareja no han funcionado, pero por otro lado no soportas la soltería. Recuerda que sólo tú eres responsable de ti mismo/a, así que comienza a hacerte cargo de ti buscando ayuda psicológica. El psicoterapeuta te ayudará a atender esas necesidades emocionales incompletas.


2. Termina esa relación que te hace daño


Tienes dos opciones: continuar sufriendo por amor o recomponer el camino retomando las bases: trabajar en tu autoestima como tu proyecto más importante, sanar las heridas del pasado y encontrar el bienestar que mereces.


Probablemente suene fácil, pero se trata de un proceso en el que tienes que ir paso a paso; solo de esa manera tus relaciones futuras serán diferentes. Pero todo comienza con una decisión.


3. Aprende a estar solo o sola


Aparta un tiempo para estar a solas contigo mismo, realizando actividades como ir a un café, a un restaurante, al cine, etc. Aprende a disfrutar de la soledad ocasional. Ten una cita con la mejor compañía, contigo mismo. Las demás sólo están de paso.


Además, reconoce tus recursos para encontrar soluciones a los problemas cotidianos. Confía en tu criterio.


4. Escríbete una carta de reconciliación


Esta es una actividad simbólica en la que haces un recuento de lo que has pasado en tus relaciones anteriores y no deseas volver a pasar, porque has tomado la decisión de dejarlo atrás y empezar de nuevo.


Es importante que incluyas en la carta que te perdonas por las malas decisiones que te han lastimado. Haz un compromiso contigo en el que tu bienestar será tu prioridad de ahora en adelante y te protegerás de todo aquello que pueda lastimarte. Por último, una vez que termines la carta, léela en voz alta y guárdala para que accedas a ella en los momentos de flaqueza y recuerdes tu compromiso contigo.


Vuelve a la actividad saludable


Haz ejercicio, inscríbete al gimnasio; haz cambios en tu alimentación hacia lo saludable; retoma tus pasatiempos favoritos; sal a pasear; viaja. Son sólo algunos ejemplos que puedes poner en práctica para recuperar tu vida, enfocarte en lo que te gusta y recuperar autoconfianza.


Amarse a uno mismo como solución


El amor en las relaciones de pareja comienza en uno mismo. Cuando no tienes amor por ti, lo único que puedes ofrecer es dependencia, porque necesitas de las atenciones del otro para ser feliz. En cambio cuando cada miembro de la relación disfruta de una sana autoestima, no hay lugar para la dependencia, porque los dos están emocionalmente completos.


El amor en pareja es saber que puedes ser feliz sin el otro y viceversa, y sin embargo se elijan mutuamente. De manera que el amor es para ellos algo positivo, maravilloso, sin necesidad de sufrir.


 

Si además tienes dudas de cómo hablar de este tema en familia no dudes en contactarme:

adrianagp.psicsex@t-integra.com

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